'ATRACCIONES APOLO': LATIENDO EN EL ALMA DE LA AVENIDA PARAL·LEL
por OMAR ORNAQUE MOR
·
La historia de Atracciones Apolo, que comenzó en 1935 como Autopark bajo la dirección de Josep Vallés y cambió definitivamente de nombre tras la Guerra Civil Española, está entrelazada con el mito de la avenida del Paral·lel de Barcelona. Esta avenida fue el epicentro de la vida nocturna de la ciudad hasta su declive a principios de los años ochenta. En los noventa, Atracciones Apolo cerró definitivamente.
La época dorada del Paral·lel, a menudo conocido como el Montmartre de Barcelona, floreció antes de la Guerra Civil Española. Teatros, óperas, espectáculos de variedades, actuaciones callejeras, cantores de fortuna y muchos otros espectáculos cautivadores proporcionaban entretenimiento codiciado tanto por la clase trabajadora como por la élite. Vida Privada de Josep Maria de Sagarra ofrece una vívida representación de esta época.
Las atracciones más famosas y duraderas de Apolo incluían Les Coves del Drac , una innovadora montaña rusa subterránea, y la Autogruta , una atracción que llevaba a los visitantes a través de representaciones de diversas ciudades del mundo. Otras atracciones destacadas eran la Ciudad Encantada , un laberinto, el Río Misterioso , La Casa de la Risa , el Salón de los Autómatas y los coches de choque. En 1943, también se añadió una pista de baile.
Con el declive del parque, que hoy alberga la internacionalmente conocida Sala Apolo, EL RETROVISOR rescató un gran número de piezas originales. Durante la década de 1980, estos artefactos formaron parte y definieron la imagen del Bar-Museo Atracciones La Fira. Este bar buscó revivir el encanto de las legendarias atracciones, fusionándolas con otros elementos de la cultura ferial para crear una atmósfera nocturna única. Sin embargo, cuando el negocio cambió de manos en la década de 1990, los autómatas que adornaban la entrada del bar se almacenaron y no se han exhibido públicamente desde entonces. Continúan a la espera de un hogar permanente donde puedan ser apreciados de nuevo por los barceloneses.
En los últimos años, el Ayuntamiento ha tomado medidas para restaurar el antiguo esplendor de la avenida del Paral·lel. Este esfuerzo se hace patente en la adquisición de El Molino por parte del municipio y la próxima remodelación del Teatre Arnau. No hay mejor lugar que el Paral·lel para una renovada apreciación de esta singular colección histórica.